sábado, 10 de enero de 2015

Los visigodos, algo más que una lista de reyes.


Nunca he entendido la particular inquina que ciertos sectores de pedagogos de historia, supuestamente progresistas, han tenido con este periodo de nuestra historia. Hace ya bastantes generaciones que, afortunadamente, los alumnos no están obligados a aprender una lista de reyes que siempre fue puesta como prototipo de lo inútil que para estos pedagogos era la memorización en el proceso de estudio.
Por otra parte, está claro que la España visigoda no es un periodo muy lúcido en nuestra historia, que  incluso a estos "bárbaros" no se sabe bien si incluirlos en la Edad Antigua o en la Medieval. Aunque fuesen belicosos, a pesar de que no se mezclasen excesivamente con la población hispanorromana, lo que sí parece más  que obvio es que se trata de tres siglos de nuestra historia que conviene valorar en su justa medida.
Así, a los visigodos les debemos una recopilación jurídica más importante y duradera que pervivió durante centurias, muchos de nuestros nombres y apellidos (particularmente los acabados en -ez) también son de origen godo así como una rica toponimia. La creación de un reino de carácter peninsular también es una aportación suya, aunque la reinvidicación de este reino en la Reconquista no tuviese una base histórica "nacional" (el concepto de nación no existía en aquellos siglos). 
En el campo de arte su contribución fue determinante;  una interesante arquitectura en la que el arco de herradura es lo más destacado, así como una orfebrería excepcional. Lamentablemente gran parte de este patrimonio artístico se ha perdido. Sobre la Basílica mayor de Córdoba se levantó una mezquita y siglos más tarde una Catedral... la historia se repite.

Para saber más sobre lo que pasó desde Ataulfo hasta D. Rodrigo:


 Sta. Lucía del Trampal, Alcuéscar (Cáceres)                                


Enrique Quirós López

No hay comentarios:

Publicar un comentario